Hola, hola!!
De vuelta por acá.
Hoy en la Bitácora hablaremos de,
En dónde estoy parado y continuar donde lo dejamos.
Sobre el valor de una Marca Personal-
El Pódcast de la semana, y girar de rumbo.
Una frase de una referente mundial.
Prefiero los números impares.
¿Empezamos?
En DÓNDE estoy parado
Demos dos pasos atrás antes de continuar.
La semana pasada les conté sobre la última marca que entró al Studio, una empresa del que invirtió en un refrescamiento visual con otra agencia.
La imagen que desarrollaron realmente es un trabajo muy pro y atractivo, a tono con lo que el cliente desea transmitir, solo que no era suficiente para alcanzar el objetivo:
Seducir a un nuevo mercado.
Así que lo primero que hicimos fue un análisis de los tres clientes tipo.
Los que se sienten atraídos con la propuesta actual.
Los que el cliente quiere empezar a seducir.
Y aquellos que no vale la pena mirar.
De este modo pudimos desarrollar una estrategia de comunicación a tono y entender en qué terrenos entramos y en cuáles no.
Y aquí un aprendizaje importante:
Todas las marcas debería tener definidos los el cliente tipo con el que no quiere hacer negocios.
Y no me refiero a ignorar a quienes «no tienen dinero para pagarme» como muchas veces pueden hacer creer en el mundo del marketing, porque creo que una persona con condiciones económicas adversas igual puede convertirse mañana en un cliente.
Hablo de aquellos que, aunque pueden sacar la billetera y llevarse 3, no comparten los valores y la filosofía de tu marca.
No vale la pena mirarlos. Mientras sigas focalizando los recursos [dinero, tiempo, esfuerzo] en ellos, solo estarán acercándose al acantilado.
Para que lo terminen de ver.
Este cliente en particular, una empresa de la industria de la salud, nació con una filosofía de respeto hacia lo natural y el cuidado de nuestro cuerpo. Y aunque decide ampliar su línea de productos, la filosofía no debía cambiar.
Y claro, aquí entra un tema importantísimo que algunos ya debieron darse cuenta.
Si la empresa quiere ampliar el mercado con una nueva propuesta de productos, ¿no debería cambiar el mensaje para llegar a ellos?
Lo que sucede en este caso particular es que la marca quiere ampliar la cuota de mercado con nuevas líneas de productos, pero sus valores, su filosofía y su propósito permanecen inalterable.
Cambiamos el mensaje sí, pero no la dirección.
De ese modo consiguen un doble beneficio:
Acompañan a los clientes de siempre en nuevas circunstancias.
Acompañan a nuevos clientes que, por las soluciones que antes tenían, no podían atender.
Mientras que si hubiésemos cambiado la dirección del mensaje, cometíamos el riesgo de perder el terreno que ha ganado la marca en 3 décadas.
Así que, queridísimos, al momento de elaborar una estrategia, no olviden analizar a las personas que quieren seducir.
Y un consejo final:
No se preocupen tanto por los demográficos. Foco en sus valores, sus motivaciones, su filosofía de vida y sobre todo, su momento vital.
El valor de una Marca Personal
Hemos estado conversando de cómo interfieren los valores en la toma de decisiones de una marca personal, ¿pero hemos hablado de qué es una marca personal?
Volvamos a las bases.
Una marca personal es la percepción que tienen las personas de nosotros. Esto quiere decir que, TODOS TENEMOS UNA MARCA PERSONAL.
Sí. Tú la tienes. Y tú, y también tú.
Ahora bien, que no la estén trabajando de manera estratégica, es otra historia.
Si una marca personal es la percepción que otros tienen de nosotros, quiere decir podemos elegir qué comunicar para modelar la imagen y las ideas que transmitimos.
Se trata de elegir qué es íntimo y me guardo para mí o para mi círculo cercano, y que es personal y estratégico para compartir con el resto y reencuadrar la percepción que tienen de mí.
Imagínalo así.
Eres un ente completo. Con rasgos y características específicas, pero tienes una sombra. Y esa sombra es lo que proyectas.
Puedes aguantar la respiración y meter la barriga para que crean que estás más delgado, pero en algún momento te cansarías, te descubrirían y perderías credibilidad. En cambio, podrías ponerte tu sombrero de graduado para transmitir más autoridad.
PÓDCAST de la semana
Todos estamos familiarizados con estos dos conceptos:
Reactivo = Primero acciono, luego pienso.
Proactivo = Primero pienso, luego acciono.
Y por supuesto, todos queremo ser percibidos como personas más proactivas.
Sin embargo, hay una situación donde la fórmula de la Reactividad, aunque no quiero que lo asociemos con este término, puede ser la respuesta a una búsqueda que compartimos muchos:
La búsqueda de nuestro Propósito.
Miren, hay personas que nacen, viven y mueren con una vocación tan fuerte que las envidio. Mi ex nació con la bata puesta.
Pero hay otros [me sumo] que no la tenemos tan clara. Probamos una cosa, nos enamoramos, nos desenamoramos en el camino y la dejamos.
Y en el proceso nos martirizamos porque sentimos que hay algo mal con nosotros.
A fin de cuenta, ¿no se trata que todos debemos tener una vida estable?
Bueno, espero que el pódcast de la semana les sirva de Faro. Que sea un modelo de inspiración y sobre todo de esperanza. Que sirva para recordar que no hay una sola ruta y que girar el volante está bien.
En él, Mónica de los Ríos, nos acerca un concepto que llamó especialmente mi atención.
Acción-Reflexión.
Cómo descartar a través de la prueba y el error.
Aunque podemos tener mucha claridad sobre los caminos que no queremos transitar, hay otros que necesitan ser explorados antes de ser descartados.
Es largo, pero lo vale: Cómo reinventarse en lo personal y profesionalmente.
IDEAS Y FRASES para reflexionar
Emprender es una carrera de fondo, necesitas focalizarte en un producto o servicio que disfrutas prestar.
Aunque no es una frase tal cual, es la idea que nos transmite Vilma Nuñez con el concepto de Happy Revenue.
Número IMPARES
En el 2019 dejé el mundo corporativo. Fue una decisión bastante fácil de tomar, pero solo en el momento.
Cando miro hacia atrás, doy fe de que a lo largo de los 13 años entre traje y escritorios, hubo varias señales de que debía dejarlo. Siempre me detuvo el creer que no era el momento, tenía miedo.
Y bueno, seguro a todos nos pasó alguna vez.
Entonces, ¿qué me impulsó a girar el volante?
Hace 6 años, el 15 de mayo del 2018, mi padre falleció debido a una contusión cerebral tras haberse caído por las escaleras de casa.
Papá no era un jovencito, pero tampoco un anciano.
Aquello fue un recordatorio:
Nada está asegurado.
Ni siquiera que vayas a despertar mañana.
Así que piensa bien cómo quieres vivir el hoy.
Nos vemos en una próxima Bitácora.
--Al.
Especialista en Diferenciación Estratégica para Marcas Personales.
#016 | De cambiar el rumbo, reaccionar y vivir el hoy